8 de Julio de 2019. En las próximas semanas comenzarán a circular por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dos autobuses a gas natural comprimido (GNC). Será una prueba piloto impulsada por el Gobierno con el objetivo de encontrar una solución de movilidad menos dañina para el medio ambiente y reducir costos de operación para las empresas transportistas.
Uno de los vehículos fue fabricado por Scania para la línea 132 y el otro por Agrale para la 50. El primero es de industria brasileña, con ciertos componentes argentinos en la transmisión; el segundo se produjo en territorio nacional.
«Podemos afirmar que el costo operativo de los autobuses a GNC, en comparación con los diesel, es un 37% menor», declaró el gerente de Buses de Scania Argentina, Jorge Vittar. La firma sueca tiene experiencia en la materia: ya entregó cerca de 6.000 unidades a GNC para el sistema BRT de Bogotá, Colombia, llamado Transmilenio.
Exterior e interiormente, son prácticamente idénticos al resto de las unidades de ambas líneas. Miden cerca de doce metros y cuentan con veintiocho asientos.
El distintivo de estos ejemplares está en el bloque impulsor. El vehículo a GNC de la línea 132 equipa un motor 9.0 litros de 280 CV con una autonomía de 290 kilómetros y niveles de ruidos considerablemente más bajos, asegura Scania.
El autobús a GNC de la línea 50 viene con un motor 7.8 litros de 272 CV. Según la densidad del tránsito, Agrale afirma que entrega una autonomía de entre 300 y 400 km. En ocasiones puede llegar a estar hasta el 40 por ciento del tiempo frenado.
Para la carga de GNC se utilizarán puntos de carga en las cabeceras de ambas líneas. Cada unidad tiene cuatro cilindros en el techo, que se completarán en veinticinco minutos. Esta operación se acorta un 50 por ciento si se utiliza un pico especial llamado GNV1.