Crece la participación del biometano licuado en las estaciones alemanas

La proporción del biometano licuado en las ventas de GNL en las estaciones de servicio alemanas ha aumentado considerablemente en los últimos dos años y medio.

28 de Julio de 2024. La proporción del biometano licuado en las ventas de gas natural licuado (GNL) en las estaciones de servicio alemanas ha aumentado considerablemente en los últimos dos años y medio. Si bien en 2022 la proporción fue como máximo del 1%, desde principios de este año se ha mantenido constantemente por encima del 50% cada mes. En junio era incluso más del 70%. Estas cifras dejan claro que la movilidad alimentada con Bio-GNL se encuentra disponible hoy para alcanzar los objetivos climáticos en el sector del transporte.

La creciente popularidad del gas licuado en el transporte pesado está generando importantes ahorros de gases de efecto invernadero en el sector. Actualmente, cada trimestre se llenan más de 30.000 toneladas de GNL en las estaciones de servicio alemanas. Se ha creado una red completa en más de 150 ubicaciones de fácil acceso para los camiones. Gracias al rápido aumento de la proporción de Bio-GNL en esta cantidad, en el transporte se emite significativamente menos CO2 que cuando se utilizan camiones diésel. En el primer semestre de este año entraron a la atmósfera casi 140.000 toneladas menos de CO2eq.

El hecho de que la participación del biometano en las ventas de GNL haya aumentado rápidamente también se debe a la creciente expansión de las capacidades de licuefacción. A mediados de abril, Shell puso en funcionamiento la mayor planta de producción de Bio-GNL de Alemania. La planta de Renania puede producir hasta 100.000 toneladas al año, que pueden utilizarse para alimentar entre 4.000 y 5.000 camiones. El grupo de empresas RUHE ya opera dos plantas y se están planificando más.

“Pedimos un factor de corrección de CO2 que acredite al vehículo el ahorro de CO2 que se deriva del biocombustible. La actual normativa de flotas sólo tiene en cuenta el vehículo y no el combustible. Esto significa que los camiones de biogás no están en mejor situación que los diésel”, explica el Dr. Timm Kehler, director ejecutivo de Zukunft Gas.

La actual situación jurídica en la regulación de flotas de CO2 conduce a una apuesta tecnológica por los propulsores eléctricos de batería y de pila de combustible, así como por los motores de hidrógeno. “Esta definición tecnológica limita la capacidad de las empresas de transporte y de autobuses para operar vehículos comerciales de manera climáticamente neutra o con bajas emisiones mediante el uso de energías renovables como el Bio-GNL y combustibles sintéticos basados ​​en electricidad en el futuro”, agrega Kehler.

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