El transporte pesado reclama en Green Gas Mobility una política decidida de apoyo a los gases renovables

La edición 2021 de Green Gas Mobility, organizada por Gasnam, ha concluido que mitigar las emisiones del transporte pesado por tierra, mar y aire representa uno de los grandes retos de este tiempo.

25 de Septiembre de 2021. La edición 2021 de Green Gas Mobility en Madrid, organizada por Gasnam, la asociación ibérica que fomenta el uso del gas natural y renovable en la movilidad, ha concluido con un mensaje unánime: mitigar las emisiones del transporte pesado por tierra, mar y aire representa uno de los grandes retos de este tiempo. Frente a ese ambicioso objetivo, los representantes del sector manifestaron que al día de hoy la única opción inmediata de descarbonización es el gas natural licuado (GNL) y esperan el desarrollo del mercado del biometano para continuar avanzando en el camino hacia las cero emisiones.

La oferta comercial de camiones de hidrógeno comenzará entre el 2024 y el 2025, aunque hoy en día, fabricantes como Toyota, ya disponen de oferta de vehículos ligeros, autobuses y material de handling propulsado por este combustible. Sin embargo, la falta de una red de repostaje y la escasa disponibilidad de hidrógeno verde suponen un freno al desarrollo de este vector energético.

En el sector marítimo y aéreo, la Agencia Internacional de la Energía arrojó datos reveladores sobre el bajo nivel de desarrollo de las tecnologías que permiten mitigar emisiones como consecuencia de los requerimientos de potencia y autonomía que limitan las opciones técnicamente viables para descarbonizar.

En el transporte marítimo, la mejora de la eficiencia energética no será suficiente para alcanzar los objetivos. Los pedidos de buques a GNL en el año 2021 se han disparado según los datos de DNV, pero las soluciones cero emisiones no contarán con la madurez suficiente para una implantación real en los buques de gran tonelaje en esta década.

En el sector aéreo, las soluciones cero emisiones se encuentran a nivel demostrativo o de prototipo y por ello se requiere una gran transformación e intensificar el esfuerzo en investigación y desarrollo.

En este escenario, el sector marítimo y el transporte por carretera consideran que el gas natural y la penetración progresiva del biometano es la única alternativa que permite descarbonizar de una manera inmediata, mientras que avanzan los desarrollos de otros combustibles y formas de propulsión que aún requieren importantes esfuerzos para convertirse en una opción real.

A tal fin, los representantes de estos segmentos reclaman una política decidida de impulso a la producción y uso de gases renovables, a través de una serie de acciones concretas: agilizar la implantación de garantías de origen, simplificar la tramitación administrativa de las nuevas plantas de producción, elevar el nivel de ambición de la hoja de ruta del biogás y facilitar la inyección de este gas renovable en la red; adicionalmente, en el caso del transporte por tierra y por mar, se requiere contar con los incentivos necesarios para que el uso de este combustible neutro en carbono vaya acompañado de un modelo de negocio viable; el despliegue del hidrógeno en los vehículos terrestres debe aprovechar el impulso de los fondos Next Generation, aportando la intensidad de la ayuda adecuada para garantizar el desarrollo de una mínima red de repostaje; y el incuestionable rol de este vector energético en el transporte marítimo, aéreo y ferroviario requiere acelerar el desarrollo de toda la cadena reforzando la inversión en I&D.

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