31 de Mayo de 2022. Con el paquete ‘Fit for 55’, la Comisión Europea ha presentado propuestas clave para poner a la UE en el camino hacia la neutralidad climática en 2050. NGVA Europe apoya firmemente la ambición política general y espera con interés el desafío de la transición, que sin duda está en marcha, concretamente en la movilidad. Sin embargo, para lograr los objetivos y no perder el apoyo a largo plazo, la organización enfatiza la importancia de una combinación de tecnologías que abarque todas las soluciones relevantes para reducir las emisiones de CO2 sin ignorar las diversas realidades de las necesidades de los consumidores y la industria. Le preocupa que las propuestas de la Comisión no logren ese equilibrio.
En representación de los sectores de la movilidad, la ingeniería y la energía, están interesados en contribuir a soluciones eficientes y eficaces, que resulten útiles para el clima, los consumidores, la competitividad de sus industrias y la autonomía estratégica de la UE.
Destacan la necesidad de una normativa abierta a la tecnología sobre los estándares de emisión de CO2 de los vehículos. Donde la movilidad eléctrica limpia sea la solución que satisfaga las demandas de los consumidores, tendrá éxito. Cuando no sea (todavía) factible, debería haber opciones. El empleo en la UE se mantiene estable con una regulación abierta a la tecnología al tiempo que proporciona soluciones asequibles y de bajo costo para hogares y empresas vulnerables. Para reducir las emisiones de carbono, la electricidad y los combustibles utilizados para impulsar los vehículos deben ser renovables. Por lo tanto, el enfoque debe ponerse en descarbonizar el suministro de electricidad y combustibles, no en prohibir o promover una tecnología sobre otras.
Una transición hacia la movilidad eléctrica al ritmo que se debate actualmente dificultará la gestión de la transformación de la industria y su fuerza laboral sin interrupciones. Solo en la industria de suministros para automóviles, los objetivos de CO2 ya propuestos por la Comisión Europea ponen en riesgo más de 500.000 puestos de trabajo hasta 2040, y la mayor parte del peligro se producirá entre 2030 y 2035.