26 de Noviembre de 2024. Los gases ocupan una posición única para garantizar la asequibilidad, la seguridad y la sostenibilidad del sistema energético de Europa, según un nuevo informe de Frontier Economics.
El estudio, «Garantizar la resiliencia en la transición energética europea: uso estratégico de los gases para lograr la ambición climática de la UE», fue encargado por el organismo industrial Eurogas.
Los hallazgos demuestran la importancia del gas natural, las energías renovables y los gases con bajas emisiones de carbono para lograr la transición energética neta cero de Europa para 2050. Junto con una mayor electrificación, los gases pueden ayudar a garantizar que el sistema energético sea adecuado para respaldar la competitividad industrial y esté protegido del riesgo geopolítico.
Contrariamente a la idea común de que el gas es simplemente un combustible de transición, el informe muestra que para 2050 los gases seguirán siendo cruciales en la demanda final de energía. El hidrógeno y sus derivados pueden convertirse en el segundo mayor portador de energía, y el biometano reemplazará gradualmente al gas natural en el consumo final de energía.
El informe concluye que los gases serán aún más cruciales si se producen desviaciones de las vías de transición deseadas, ya que los gases aumentan la resiliencia del sistema energético de Europa. Esto ya se está poniendo a prueba hoy, ya que la turbulencia geopolítica está afectando los precios en toda la UE.
Basándose en las conclusiones del informe, Eurogas insta a los líderes europeos a actuar ahora para entregar los gases esenciales a tiempo. Esto significa centrar la inversión y las políticas en la rápida introducción gradual de gases renovables y con bajas emisiones de carbono y en el uso de la infraestructura existente. Muchas de estas soluciones basadas en el gas se pueden suministrar a nivel nacional, lo que reduce la dependencia de las importaciones.
Andreas Guth, secretario general de Eurogas: «Una transición energética exitosa en Europa depende de lograr el equilibrio adecuado entre asequibilidad, seguridad y sostenibilidad, un equilibrio que los gases están en una posición única para lograr. El gas natural, los gases renovables y los gases con bajas emisiones de carbono son esenciales para un sistema energético resiliente que no solo salvaguarde la competitividad industrial de Europa y estabilice los precios de la energía, sino que también proporcione la flexibilidad necesaria para adaptarse a las circunstancias cambiantes a medida que avanzamos hacia el cero neto”.